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sábado, 26 de octubre de 2013

Nada sucede por casualidad


Ayer me tocó dar una charla TED. Un evento de prestigio internacional orientado a compartir ideas para generar cambios. Nada sucedió de acuerdo a lo planificado, pero después de “conectar los puntos” todo sucedió, como sucedió, por una buena razón.
Comenzó la conferencia con una charla de María Gracia Subercaseaux. Ella es un ser de luz, que hace honor a su nombre. Una mujer que decidió desnudarse y fotografiarse para no perder momentos en la fragilidad de la memoria. Desafió los prejuicios de una sociedad conservadora y mostró su realidad sin corazas ni protecciones. Por supuesto que la juzgaron, pero lo importante es que tuvo el coraje de atreverse a hacer arte con ella misma.
Sabía lo que hacía y sospechaba que tendría que pagar un alto costo por seguir sus instintos. Se atrevió a desafiar las convenciones y los prejuicios. Pero igual decidió usar la fotografía para conservar ciertos momentos. Y usar su cuerpo desnudo como medio para expresarse. Según sus propias palabras, desnudó su alma en respuesta a la pérdida de su hermano. Quiso conservar instantes preciosos.
Respetando e incluso amando el pasado, estaba condenada-por naturaleza- a avanzar y desafiar los convencionalismos sin olvidar sus raíces. ¡Qué bella forma de desafiar y homenajear el “status quo”!

Ningún preámbulo podría ser mejor para lo que yo tendría que decir. Pensaba…

Luego vino la charla de Javier Traslaviña, un diseñador que contó cómo se preparó para correr su primera maratón, comparándolo con su trabajo profesional. La gran conclusión que propuso es que lo importante es el proceso de preparación más que la carrera misma y compartió las lecciones que aprendió durante ese período.

Entonces pasó algo más inesperado. De los miles de videos TED, la organización decidió proyectar el de Benjamín Zandler, un director de orquesta que puede conmover enseñándonos a apreciar la música clásica. Su propuesta es famosa y demuestra que un maestro hablando con pasión de aquello que lo inspira puede tocar nuestros corazones y llenar nuestros ojos de lágrimas. Ojos brillantes, es lo que espera lograr en su auditorio. Un video que todos los profesores deberían ver.

Antes de comenzar a hablar, ya se había dicho lo esencial de mi charla: a) Continuamente hay que cambiar la forma en que hacemos las cosas, en especial en la educación. ¡Hay que vivir sin prejuicios! b) La vida es un proceso de aprendizaje en etapas donde aprendemos lecciones en función de la amplitud de nuestra consciencia y c) Debemos ver ese proceso como un flujo continuo para comprender lo maravilloso de nuestra existencia y lo agradecidos que debemos de estar con la vida.

Una vez más, las sincronías me confirmaban: nada sucede por azar.

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