Cuando
pensamos en las características de los maestros del siglo 21, comprendemos que
el nuevo educador debiera ser más artista que científico. ¡Cuan equivocadas
están nuestras autoridades cuando parten de la premisa que para formar profesores,
los conocimientos son fundamentales y que las competencias pedagógicas se
pueden lograr ¡en la práctica docente!
Nosotros
pensamos justamente lo contrario. Son justamente los conocimientos disciplinarios los que
se adquieren enseñando. No hay nada que ayude más a profundizar mi aprendizaje
que intentar compartirlo con jóvenes llenos de curiosidad.
Bueno, podemos estar equivocados. No nos sentimos dueños de la verdad, pero en esta tribuna tenemos libertad para expresar nuestra opinión, libres de inhibiciones. Veamos porqué tenemos diferencias de opinión...
La
didáctica es un arte. Y nadie se convierte en artista enseñando contenidos
definidos por un ministerio en una sala llena de niños aburridos e inquietos.
Aceptamos que la
pedagogía es una ciencia, pero creemos que la didáctica es un delicado arte.
El
educador que se merecen los niños del siglo 21, es un artista, capaz de
imaginar un mundo en armonía como cantaba John Lennon hace décadas. Una persona
capaz de imaginar a todos conviviendo en paz.
El
nuevo educador es un artista capaz de conmover sin palabras, como lo hacía
Charles Chaplin en tantas películas mudas, que mezclaban humor y críticas
profundas al sistema. Chaplín demostró que no se necesitan recursos para
provocar impacto en sus audiencias. Solo necesitaba creatividad…
El
educador es un artista como Walt Dysney, que creó mundos de fantasía para
entretener a los niños y con dibujos animados logró atrapar la atención de
varias generaciones. Un artista que supo marketear sus ideas…
Es
un artista como Javiera Parra, que quiso agradecer a la vida con su música
inolvidable, a pesar de sus propias tribulaciones. Una artista que podía
representar su papel con sentimiento, sensibilidad y pasión.
Es
un artista como Pablo Picasso, que supo mirar la realidad desde distintos
puntos de vista y abrió nuevos caminos para la pintura. Un pintor que vivió
intensamente…
Es
un cineasta como Alejandro Jodorowsky, que comprendió que la mente no distingue
la ilusión de la realidad y que con su psico-magia y su irreverencia nos
plantea situaciones impredecibles.
Podría
seguir dando ejemplos, pero el punto es que no se puede ser profesor sin
sensibilidad, sin creatividad, sin imaginación, sin intensidad, sin capacidad
de convencer, conmover y cuestionar. Todos atributos que solemos encontrar en
los artistas.
Estamos seguros de que lo que define a un buen
profesor no se mide en la prueba Inicia y que las acreditaciones de las
carreras de educación tampoco ayudan a mejorar la formación inicial. El tipo de
profesor que impone el MINEDUC, con sus estándares orientadores será una verdadera
catástrofe para los jóvenes. Ojalá que impere la cordura en nuestras
autoridades porque la nueva institucionalidad educacional tiene el potencial de
convertirse en la peor dictadura que hayamos vivido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario