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lunes, 5 de agosto de 2013

Los fundamentos de la educación integral

La Pedagogía Integral es un proceso pedagógico orientado a la expansión gradual y progresiva de la conciencia individual siguiendo los principios de la Dinámica Espiral de Clare Graves y Don Beck y el Enfoque Integral de Wilber. Un proceso de desarrollo humano que forma profesores integrales.

a) La Dinámica Espiral:

Parte del supuesto que la naturaleza humana se adapta a los cambios, construyendo nuevos paradigmas para resolver los problemas que le presenta su medio ambiente y que no se pueden resolver con su actual cosmovisión.

Solo entonces, enfrentado a una crisis existencial, el ser humano cuestiona las viejas creencias con las cuales interpretaba la realidad y reconstruye un mapa más completo con nuevas y más amplias premisas. Un nuevo mapa que expande su consciencia o aumenta la cantidad de información que puede procesar conscientemente; que le permite ver las cosas desde una perspectiva más amplia, que lo hace madurar.

El desarrollo humano, entonces, es impulsado por la búsqueda de respuestas que satisfagan nuestra natural curiosidad en el intento permanente por encontrar mayor bienestar y satisfacción, tanto en lo personal como en lo colectivo. 

La Dinámica Espiral propone un modelo de desarrollo en etapas progresivas. Una especie de escalera de caracol que subimos peldaño a peldaño, hacia una madurez más profunda. Donde cada etapa corresponde a un nivel de consciencia…un sistema de creencias...un paradigma. Para pasar a la siguiente etapa, se requiere una expansión de consciencia… se necesita despojarse de algunas creencias obsoletas y madurar. Cada etapa incluye y trasciende a la etapa anterior de modo que lo aprendido no solo ha sido necesario sino que también es el peldaño donde nos apoyamos para seguir subiendo. Es decir, desde esa nueva perspectiva podemos comprender como se ve el mundo a esa altura y como se veía desde una altura inferior. Pero no podemos imaginar como se ve desde el paradigma siguiente.

La percepción y la interpretación de la realidad es diferente según el nivel de desarrollo en que estamos. Y como nuestra forma de entender al mundo está tejida por nuestra historia y experiencias, entonces es lógico que el paradigma en que nos encontramos dependa de las condiciones en que estamos viviendo. En consecuencia, nuestra madurez depende de nuestras circunstancias. Algo que comprueban todas las pruebas estandarizadas, pero que desde un paradigma incompleto, interpretamos como segregación educacional.

Ahora bien, la expansión de consciencia cambia todo: nuestras premisas, nuestras interpretaciones, nuestras motivaciones y nuestra capacidad para resolver problemas.

Por eso, postulamos que los problemas de la educación se resuelven en otro paradigma. En un paradigma más evolucionado, el paradigma integral…

b) El enfoque integral

Según este enfoque, necesitamos una nueva forma de mirar. Nuestros sentidos actúan como verdaderos filtros. Lo que percibimos no es la realidad, puesto que hay muchos colores, sonidos, sabores y sensaciones que quedan fuera del rango perceptible. A lo más, es una realidad parcial. La primera consideración que debemos tener es que la realidad es muchísimo más rica y tiene considerables más matices que los que nosotros, los humanos distinguimos. Hay muchas cosas que no somos capaces de percibir, pero que están sucediendo a nuestro alrededor.

Necesitamos comprender que nuestros sentidos filtran la información que percibimos desde el exterior y ya en nuestro interior, las emociones la afectan. Lo que procesamos es parcial, en tanto incompleto, cuanto sesgado. Usamos anteojeras…

Y como con esas anteojeras construimos nuestras creencias, entonces necesitamos aprender a percibir desde la perspectiva más amplia posible. 

Para resolver este problema, Ken Wilber, un filósofo norteamericano, nos propone integrar las diferentes perspectivas básicas y usar un mapa que contemple información desde al menos 4 puntos de vista distintos al distinguir entre el mundo interno y el mundo externo; y entre lo individual y lo colectivo. Genera así un modelo de cuadrantes básicos: el interior-individual; el exterior-individual; el interior-colectivo y el exterior-colectivo. Con este enfoque se pueden integrar las 4 perspectivas básicas: la personal, la cultural, la objetiva y la sistémica. Todas ellas contribuyen con información relevante, pero esencialmente parcial, para que podamos construir una visión panorámica más representativa de la realidad.

Esta forma de procesar la información, nos provee de un mapa -el más completo que conocemos- para recorrer un territorio desconocido. Nos invita a mirar integrando diferentes perspectivas. Nos invita también a aceptar que la perspectiva del otro también aporta información valiosa y a reconocer que siempre podemos agregar una nueva mirada que amplíe el panorama. 

Estos fundamentos nos permitirán diseñar una educación que se defina como un proceso de desarrollo en etapas progresivas hacia la madurez del ser humano interna y externamente; individual y colectivamente. Hacia la armonía del pensamiento y del comportamiento humano, de su cultura y de la sociedad, en el contexto del planeta que habitamos. Una educación para la consciencia planetaria, una educación verdaderamente integral.

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