El Simce mide apenas un síntoma del problema educacional |
Si el Mineduc no asume la responsabilidad de ayudarnos a interpretar seriamente el Simce, entonces seguiremos culpando, injustamente, sólo a los profesores y a los colegios. Seguiremos castigando a la educación por una inequidad que no puede resolver con las herramientas que tiene. En este escenario, por el bien del país, es preferible eliminar el Simce.
En cambio, si la interpretación del Simce, nos ayuda a diseñar sistemas de alerta temprana y a apoyar a los estudiantes mas vulnerables o a implementar nivelaciones culturales, reforzar hábitos y potenciar talentos, entonces habremos apuntado correctamente. Si con los resultados del Simce descubrimos y detectamos los verdaderos obstáculos para lograr aprendizajes significativos y comenzamos a enfrentarlos tempranamente y modificamos el currículo para superarlos, entonces habremos avanzado hacia una educación de calidad. Si en lugar de desincentivar la vocación docente, utilizamos la gran cantidad de estudiantes de pedagogía, para apoyar a los colegios vulnerables con tutores familiares, orientadores vocacionales, consejeros culturales y académicos; si creamos una red de apoyo de carácter nacional a los jóvenes vulnerables, entonces habremos comenzado a combatir la inequidad. Si el gobierno, la sociedad y el sistema educativo se comprometen en una alianza estratégica que logre una reforma que trascienda las ideologías fundamentalistas, entonces lograremos despegar. Si el Simce no se usa para etiquetar o clasificar, sino para emparejar, entonces podremos sentirnos tranquilos con el futuro de nuestro jóvenes.
- El Simce no debe ser una retroexcavadora ni una aplanadora. Mas bien proponemos que sea una motoniveladora. ¡Usemoslo para nivelar la cancha!
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