![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaP-wU2-UOqWdiqWLrVIL2-D65RVoLvf9WG2SqZdxNlAGXYDIbAnCid7h9z9shRHZ_N00RDNGoOBQ8wLAAIbMMqgDNCHV4MtvO6pGxyToQfWhEFgnc8ZybGxJGmxbaOIs6PgXDpXP3Ku8/s320/autoridad.jpg)
Tenemos un democracia que no es verdadera democracia...Tenemos una democracia cínica y mentirosa. Que no respeta las mayorías. Y esto va a cambiar dentro de poco tiempo.
Una verdadera democracia ante la abrumadora abstención que eligió a la presidenta, hubiese reconocido el triunfo del rechazo a los candidatos y habría repetido la elección presidencial con otros presidenciables. Una verdadera democracia no haría oídos sordos al resultado de las urnas. La extraordinaria mayoría que le adjudicaron a Michelle Bachelet fue una minoría que por lo demás resultó efímera.
Lo que entendemos por democracia cambiará. Se hará mucho más flexible. Las autoridades no tendrán derecho a la reelección. No tendremos políticos perpetuándose en los cargos. Y quien sea elegido para defender ciertos principios o ideas, no podrá renunciar a ellos sin renunciar al cargo. Como tampoco podrá ejercer poder quien tenga una desaprobación demasiado alta. Habrá límites que impedirán que nuestros representantes tengan poderes absolutos. Y el fuero ya no los protegerá.
Todo el sistema político sufrirá una metamorfosis necesaria para adaptarse a los nuevos tiempos. Los actuales sistemas, si bien cumplieron una función, están obsoletos. Y mientras antes lo veamos, mejor.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh80uWdhyphenhyphen_p2kU3ObSB3Q0TqRH-mubU09DUDKuE2kIVC74jkez-BsWa_WW25CfvmkVNgivunI8ujYOR1AtFSszaYLp-jkGlvSGlc_dUa0aqKX14JX_sDAwKnDoo811nQVBn6DhuaBJs1QY/s1600/corrupcio%25CC%2581n.jpg)
Es un cambio de conciencia colectiva que está afectando a todas las actividades. Allí, donde hay dolor en la sociedad, se necesitan cambios. Y hoy por hoy, lo que más nos duele es la incompetencia política. Esa incompetencia que nos impide convivir sanamente o ganarnos la vida en paz. Es tal el dolor que siente la sociedad, que están apareciendo algunos liderazgos peligrosos. Y ese es una gran amenaza.
Hay que redefinir la política y sin embargo esa redefinición solo pueden hacerla los mismos políticos. Confío en que sabrán comprender lo urgente del cambio y que tendrán la sabiduría para cuestionar sus propias premisas. Todas ellas. Es la única forma en que recuperaremos la fe en nuestras autoridades. Es la única manera de salir de esta encrucijada sin más dolor y pérdidas.
No quiero dudar de la vocación de servicio de aquellos que eligieron participar en política, pero quiero despertarlos de la ceguera que produce el poder sin límites e implorar que reaccionen a tiempo para evitar que el sufrimiento de la sociedad sea mayor.
No me atrevo a vaticinar como será la nueva institucionalidad, pero me atrevo a sugerir que para implementarla se requerirán políticos con coraje, convicción y ecuanimidad.
Y también me atrevo a recomendar que todos debiéramos participar. Habrán más partidos y nuevos movimientos. Propuestas diferentes e innovadoras. Ya no podemos ser un país de independientes. Los invito a conversar más de política y a participar en aquellas iniciativas que los identifiquen mejor. Hagamos de Chile un país civilizado.
Solo así podremos volver a enorgullecernos de ser chilenos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario