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martes, 30 de abril de 2013

Los dogmas de la Ciencia

Hoy en día, el paradigma dominante es científico y en virtud de los extraordinarios avances de la ciencia y la tecnología, se ha transformado en una visión que está limitando las posibilidades de la ciencia para encontrar respuestas a los problemas  complejos. Uno de los científicos más críticos de la falta de flexibilidad de la Ciencia para aceptar nuevas ideas es Rupert Sheldrake, un biólogo británico que publicó recientemente un libro (The Science Delusion), donde discute la posibilidad de que algunas hipótesis científicas, se hayan transformado en verdaderos dogmas de fé.
Desde el título, se percibe una respuesta a la postura de Richard Dawkins (The God Delusion), científico que acusa a la religión de haber obstaculizado el desarrollo del ser humano, proponiendo dogmas religiosos -partiendo por la idea de Dios- que impedían a la mente científica, buscar la verdad.
En las famosos conferencias TED, Sheldrake fue censurado. La comunidad científica, no está acostumbrada a las críticas. Pero en un ambiente de verdadera curiosidad intelectual, debemos aceptar cualquier pregunta y sobre todo aquellas que cuestionan aquello que damos por sentado.
Los dogmas de la Ciencia según Sheldrake serían:
  1. La naturaleza funciona como un mecanismo.
  2. La materia no tiene conciencia.
  3. Las leyes físicas son fijas.
  4. La cantidad total de materia y energía es constante.
  5. La naturaleza no tiene propósito.
  6. La herencia biológica es material.
  7. Los recuerdos se guardan en un lugar físico del cerebro.
  8. La mente está en el cerebro.
  9. La telepatía es ilusoria.
  10. La medicina tradicional es la única que funciona.
Todas las cosas que no cumplan con estos dogmas, son tratados como anomalías y desestimadas a la hora del análisis riguroso y serio. ¿Qué pasaría si nos atreviéramos a cuestionar alguno de estos dogmas?

Una de las grandes tareas de la educación, es comprender que nuestras miradas están limitadas por nuestras "anteojeras" y ser capaces de aceptar que nuestra propia perspectiva no nos muestra la realidad tal cual es. "Ver nuestras anteojeras" es fundamental para los profesores de hoy porque tenemos que formar jóvenes con "mentes abiertas", permeables al cambio y dispuestos a innovar; y por eso, comentamos estos dogmas. Son las anteojeras que nuestra cultura científica usa para explicar el mundo.

Propongo que las veamos, las cuestionemos y las superemos, si fuese necesario. El experimento al que me sometí, tenía como objetivo analizar si la hipótesis científica dominante que propone que la herencia es solo genética, es correcta. Hoy, tengo dudas...muchas dudas.


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