“Cambia lo superficial
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo…
Cambia, todo cambia”
Julio Numhauser
Cambiar el mundo, una tarea compleja,
urgente e inevitable…
Los jóvenes
quieren cambiar el mundo. La nueva generación está protestando por el estado en
que les estamos entregando las cosas. A nosotros, los más experimentados, nos
podría parecer un cargo algo injusto. Si supieran cuanto hemos progresado, tal
vez nos agradecerían. Pero por otro lado–siempre hay que mirar el otro lado de
la moneda–no podemos dejar de reconocer que tienen una cuota no despreciable de
razón. Hemos progresado, pero el costo ha sido alto. Les estamos heredando algunos
problemas complejos, como el calentamiento global, la crisis económica, la
contaminación, la creciente desigualdad, el cuestionamiento político e
institucional, un progresivo malestar social (todos ellos, síntomas de una
crisis mundial sistémica). Eso es cierto.
Y
sin embargo, el mundo está cambiando acelerada e inexorablemente. Lo que los
jóvenes pretenden es generar cambios inmediatos para tener mejores
oportunidades. Me parece que se lo merecen. En eso, también estamos de acuerdo.
Para
cambiar el mundo, debemos comenzar cambiando nosotros mismos. Ahora mismo.
Nuestra generación adulta, abriéndose a nuevas ideas y aceptando las
limitaciones de nuestra forma de pensar. Nuestros jóvenes, explorando nuevos
territorios y cuestionando aquello que siempre hemos dado por hecho, desde los hombros de sus padres, porque así lograrán ver más lejos. Ambas
generaciones debemos asociarnos para cambiar el futuro de nuestra especie en la
Tierra. Juntos podemos generar sinergias y probar que colectivamente somos mas
que un grupo de seres humanos.
Propongo
entonces que no perdamos más tiempo y no nos quedemos buscando culpables o
respondiendo acusaciones. Si estamos donde estamos es porque generación tras
generación, la humanidad ha ido acumulando conocimientos para resolver los
problemas que se le presentan. Reconozcamos que los problemas que enfrentamos
son, a la luz de nuestro entendimiento, cada vez más complejos y que
necesitaremos el aporte de todos. Pero siempre hemos estado a la altura de las
circunstancias y esta vez no será la excepción, aunque estemos enfrentados a
“verdades incómodas”.
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