Los felicito. Han elegido trabajar en educación. Ustedes saben de prioridades...
Como dijo George Lucas: “la educación es lejos, el trabajo más importante para el futuro de la raza humana”.
Pero nuestra sociedad no parece estar de acuerdo. Vivimos inmersos en una civilización cortoplacista, egoísta y competitiva. Las profesiones más respetadas y mejor remuneradas son aquellas que el mercado valoriza por su aporte inmediato a la calidad de vida. Y el lucro parece ser la principal motivación para el emprendimiento. En este escenario, lamentablemente la urgencia muchas veces sobrepasa a la importancia.
Toda la teoría económica está basada en el egoísmo del hombre. Pues déjenme decirles a los genios economistas: ¡No hay peor negocio que atender exclusivamente a los negocios!
Es cierto que el progreso material que hemos alcanzado en los últimos años no tiene precedentes. Pero no es menos cierto que en nuestra loca carrera por tener más, por llegar primeros y ganar la competencia, nos hemos olvidado de la dimensión altruista del ser humano.
¡Como si no fuese importante!
Afortunadamente estamos despertando. Aunque sea porque no resistimos que la pesadilla se torne más cruenta. Estamos viendo los síntomas de nuestra irresponsabilidad y los excesos que hemos cometido. Los peligros que acechan a nuestros hijos y nietos son cada vez más evidentes. Y no hay ningún área donde sea más obvia nuestra desidia que en la educación.
Es que la educación es una aventura de largo plazo, un trabajo en equipo en donde quienes ganan de verdad, aún no tienen derecho a voto. Pero son las futuras generaciones, los hijos de nuestro hijos, aquellos que juzgarán el valor, el coraje y la visión de quienes hoy, eligen educar. Finalmente, nos estamos dando cuenta la educación es nuestra responsabilidad...o mejor dicho, nuestro privilegio!
Los felicito por atreverse a nadar en contra de la corriente. La esperanza de la humanidad depende de eduquemos a nuestra juventud de modo que encuentren su propia identidad, le den un sentido a sus vidas, aprendan de nuestro errores y ¡construyan un mundo mejor! Los felicito, por demostrar que necesitan desafíos superiores a ustedes mismos; Los aplaudo, porque los motiva el bienestar de nuestra sociedad y la realización de nuestros jóvenes.
Pero también, los felicito por su visión. Los próximos años serán testigos de la revolución más grande desde la revolución industrial. Tendremos oportunidad de acceder a conocimientos impensados. Podremos acceder no solo a lo que sabemos, y a aquello que no sabemos sino que también, a aquello que ni siquiera sospechamos que no sabemos. El conocimiento de la humanidad será colosal. Y para explorar este gigantesco universo de información, habrá que reinventar la educación. Tendremos el privilegio de ver de primera fuente la radical metamorfosis que experimentará la educación. Estaremos liderando la exploración en la frontera de lo desconocido. Seremos los héroes del futuro.
Hablarán de aquellos aventureros que osaron transformar el modelo industrializado de la enseñanza en un modelo personalizado, orientado a lograr realización y felicidad. La historia juzgará a esta generación por iniciar la revolución educacional. Por diseñar una nueva educación para el siglo XXI: Una educación holística que parte del desarrollo interior del individuo para llegar a un desarrollo social emocionalmente equilibrado. Ustedes tendrán el privilegio de ser pioneros en esta transformación radical.
Experimentarán una nueva educación en donde el estudiante, aprende a aprender. Y es responsable de su propio aprendizaje.
Donde el profesor, enseña a aprender. Y es responsable de inspirar la curiosidad de sus alumnos, de descubrir sus talentos y desarrollarlos al máximo.
Donde la Universidad, diseña una formación pedagógica para el aprendizaje personalizado. Y prepara profesionales para sobresalir en el mundo del futuro. Expertos navegantes del océano de información y gestores del conocimiento, capaces de encontrar respuestas adecuadas para los desafíos del mañana, en cualquier ámbito.
Estamos convencidos que las próximas generaciones de profesores estarán equipadas para participar activamente en la creación de un mundo mejor y que tendrán oportunidades de generar emprendimientos que impacten positivamente el bienestar general. ¡Educar es la profesión del mañana!
La revolución ya comenzó. En algunas de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, Inglaterra, India, Singapur y Hong Kong ya se han sentido fuertes terremotos que han derribado los paradigmas que sostenían la educación industrial del siglo XIX. ¡Y se ha dado alerta de tsunami al resto del mundo!
En Chile, el epicentro está aquí, en Manuel Montt. Y cuando sus nietos les pregunten, ¿Dónde estaban cuando se produjo la revolución? Ustedes podrán contestar, con orgullo: ¡En la Facultad de Educación de la Universidad Mayor!
Bienvenidos a la educación del futuro, ¡Bienvenidos a la Universidad Mayor!
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