Muchas veces tenemos la oportunidad de tomar el control remoto del climatizador y regular la temperatura ambiente. Podemos elegir la temperatura apropiada para el recinto. Y normalmente lo hacemos sin pensarlo mucho. Es obvio que debemos trabajar en un ambiente agradable.
Otras veces tenemos la posibilidad de sintonizar aquel canal de televisión que transmite las noticias que nos gustan, de escapar de la publicidad o de buscar un programa interesante entre las múltiples alternativas del cable. Cuando algo no nos gusta, sencillamente cambiamos de canal hasta encontrar algo atrayente.
Algo muy parecido sucede con la radio. Si la música no nos gusta, simplemente cambiamos el dial. Escuchamos solo música que es agradable para nuestro oídos.
Usamos el control remoto para obtener un ambiente agradable, para ver y escuchar cosas interesantes.
Es curioso que esta actitud, tan simple y obvia, no se aplique a los seres humanos.
Cuando estamos con alguien, muchas veces olvidamos usar el control remoto y no programamos el ambiente adecuado. A veces la temperatura es altísima y otras veces, bajísima. Y aunque sabemos que las relaciones humanas no funcionan bien en ambientes gélidos o sofocantes, nos olvidamos de regular la temperatura. La frialdad o la pasión excesiva arruinan las relaciones interpersonales.
Cuando conocemos a alguien, tendemos a concentrarnos en lo que no nos gusta. Los defectos llaman nuestra atención y quedamos obnubilados por ellos. Obviamos las muchas cualidades que tienen los otros. También nos olvidamos de sintonizar aquello que nos gusta de los demás.
Cuando escuchamos a otros, también cometemos el mismo error. En lugar de elegir lo positivo, lo interesante, lo agradable; nos fijamos en lo negativo y nos quedamos pegados en ese estado. Encontrando objeciones, errores y defectos en la forma o el fondo del mensaje.
Al recomendar usar el control remoto, estamos sugiriendo que fácilmente podemos mejorar nuestra relaciones. Basta generar el ambiente adecuado, concentrarnos en las cualidades de los demás y encontrar lo positivo de su mensaje.
Recomendamos un control remoto que maneje nuestra atención, que hará más gratas nuestras relaciones y más productivo nuestro trabajo. Que también se enfoque en lo que nos gusta de aquello que nos sucede y que dirija nuestro interés hacia lo agradable.
Elegimos nuestras amistades pero no elegimos nuestros compañeros de trabajo. Elegimos nuestros caminos pero no controlamos lo que sucede. Pero sí podemos elegir una actitud que saque lo mejor de nosotros en cualquier situación. ¡Usemos el control remoto de la actitud positiva!
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