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jueves, 12 de septiembre de 2024

El cambio de caparazón

 

El Maestro se despidió dándome una tarea. Durante las próximas 2 semanas yo tendría que leer la libreta varias veces al día. Y ojalá sintetizar mis aprendizajes con algunas frases fáciles de recordar. 

– Estas listo para cambiar el caparazón y ahora debes convertir esos aprendizajes en creencias –, dijo para explicarse –. Verás, al igual que los cangrejos, tu mente tiene una coraza con tus creencias más arraigadas para protegerte de las ideas que no estas preparado para aceptar. Cuando el caparazón del cangrejo se vuelve demasiado pequeño para su cuerpo, se muda a uno más grande. Lo mismo debe hacer tu mente para darle espacio a tu conciencia en expansión. Te desprendes de tus ideas obsoletas y con las nuevas, construyes una nueva cosmovisión, más amplia y cómoda. Ten cuidado. Hasta que esas nuevas creencias se consoliden, estarás vulnerable. Por eso debes fortalecerlas, repitiéndolas y buscando explicaciones que las justifiquen.

– Ajá! –, exclamé sin poder contenerme –. No sabía que una cosmovisión impedía la entrada de ideas originales. Ni que para expandir la conciencia, se necesitan creencias menos restrictivas. Y ahora que lo pienso, me parece que es justo lo que está experimentando la humanidad. Un cambio de paradigma. 

– Nos vemos en 2 semanas.

El Maestro se retiró moviéndose despacio, como si repentinamente hubiese envejecido. Yo me quedé sumido en una tormenta mental pero comprometido a hacer la tarea asignada. Durante los siguientes días leí la libreta cada vez que podía y llegué a memorizar gran parte de su contenido. Intenté resumir esos aprendizajes y anoté lo siguiente:

1) Para mejorar hay que cambiar la forma de pensar. Evolucionar.

2) No confíes en la memoria. Es traicionera.

3) La vida y el golf son juegos que se pueden disfrutar.

4) Lo que sucede es perfecto para tu aprendizaje. 

5) Permite que tus deseos se hagan realidad.

6) Juega para conocerte a ti mismo.

7) No interfieras. El universo es un gran profesor.

8) Identifícate con el universo para ser feliz.

9) Todo se origina en la mente.

10) La felicidad no está en los extremos, está en el optimismo y la fe. 

11) El golf es mi maestro. Tienes 2 opciones: disfrutarlo o aprender. 

12) Quien aprende es tu Conciencia, tu Alma. Mantenla en calma.

13) Mantén tu Mente en el presente y tu cuerpo en equilibrio. 

Si bien estas fueron las conclusiones que anoté en la libreta, aun no me parecían creencias apropiadas para construir una nueva cosmovisión. Todos los días intentaba transformar estas enseñanzas en verdades incuestionables y nunca quedaba satisfecho. Sin embargo, cuando también consideré el comportamiento de El Maestro en la cancha, me fui convenciendo que estas lecciones no eran literales, hablaban de algo subyacente, mucho más profundo y relevante que una receta para jugar al golf. Algo que intenté expresar en la libreta con "lineas torcidas":

Estamos rodeados por energías invisibles que son sensibles a nuestras intenciones y pensamientos. Esas fuerzas espirituales tejen nuestro destino para que nos sirva de brújula moral. 

El objetivo del juego es aprender a usar la brújula del aprendizaje para ser feliz.

Todo es mental. Incluso el universo es mental. Somos pensamientos de Dios. Estamos interconectados por esa gran Consciencia Divina que desea conocerse mejor. 

No resultó fácil desprenderse del caparazón del materialismo, del individualismo, de la persistente ilusión de la separación. Fue casi doloroso deshacerse del ego. Incluso más difícil resultó aceptar que la materia era una forma de energía mental, o que nuestros pensamientos tenían poder causal. Fue desconcertante. Debí repasar muchas veces esas lecciones con nuevos anteojos. Y darle otro sentido a todo lo que me ocurría. Hubo momentos de pánico. Y sin embargo, mantuve la calma. Con mi mente en el presente y mi cuerpo en reposo, intuí que el optimismo y la fe me ayudarían a ser feliz y a conocerme mejor. A fuerza de repetición y análisis crítico, estas ideas disparatadas poco a poco se fueron transformando en creencias. Abrí mi mente y evolucioné. Ahora me sentía capaz de aceptar ideas más poderosas. Y comprendí que el paradigma idealista era capaz de construir un caparazón muchísimo más amplio y cómodo para mi nueva forma de pensar. Fueron 2 semanas difíciles y sin embargo, valiosas para mi evolución.

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