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miércoles, 28 de diciembre de 2016

La educación cuántica

Intuyo que este post es el más relevante de mi blog. Por eso decidí publicarlo en un  día como hoy. El día de los inocentes, porque se requiere una mente abierta y flexible para comprenderlo a cabalidad. Espero que lo lean con inocencia y esperanza. 
Amit Goswami
Amit Goswami, un reconocido físico, profesor y autor, ha publicado un libro titulado "La economía cuántica", donde propone un nuevo paradigma económico, basado en la comprensión actualizada de la realidad que brinda la física cuántica. Recomiendo leer este libro, que promete redefinir la economía, incorporando aspectos que hasta ahora eran ignorados en las teorías predominantes. 
Siguiendo el mismo razonamiento, aquí proponemos un nuevo paradigma educativo, que cuestiona y reemplaza las premisas dualistas que sustentan al modelo industrial del alumno (producto estandarizado). Reniega de la mirada cartesiana-newtoniana y curiosamente, se acerca tanto a las intuiciones ancestrales como a la vanguardia de la ciencia. Y de paso, resuelve los problemas de calidad y equidad, integrándolos en una estrategia más holística. En honor a Goswami, la llamaremos "la educación cuántica".
Esta nueva educación, explícitamente acepta que vivimos en un Universo de energía, reconoce algunos de los postulados de la física cuántica y entiende que la consciencia es la principal fuente de causalidad. Veamos qué sucedería con la educación si el sistema se actualiza con los avances científicos más notables del siglo XX. 
Científicos Cuánticos del siglo XX
En primer lugar, Einsten hace más de un siglo, reconoció que toda la materia era manifestación de energía. Todos los objetos son energía. Los seres humanos también. Y su energía aunque no se pierde, puede transformarse. En primer lugar, tendríamos que diseñar una educación para seres energéticos. Y entonces deberíamos orientar la educación a maximizar la energía de cada estudiante. 
¿De qué energías estamos hablando?
Tenemos energía física, energía vital, energía mental y energía espiritual. La primera es biológica y externa. Las siguientes son virtuales e internas y las llamamos sutiles. Hasta hace poco, podíamos medir sólo la energía física. La ciencia ya puede medir algunas energías sutiles con bastante precisión. La educación debería preocuparse de maximizar la suma de todas estas energías en cada estudiante. 
Las implicancias de una educación energética son tan amplias que no podremos agotarlas en este blog. Pero ya tendremos oportunidad de profundizar en esta premisa. 
En segundo lugar, la física cuántica propone que el futuro es un espacio de posibilidades. Y acepta que el presente es la manifestación de todo el pasado. Desde esta perspectiva,  en la educación cuántica, cada estudiante es la manifestación de su historia y la tarea es darle la posibilidad a ese estudiante a que conscientemente, desarrolle su mejor potencial. Nótese que esto significa que el estudiante es responsable de elegir cual de todas las  posibilidades potenciales futuras, quiere manifestar. 
Pirámide de Necesidades
En tercer lugar, Maslow reconoce una jerarquía de necesidades que la educación debe respetar. En este sentido, el contexto del estudiante es tremendamente relevante. Primero y prioritariamente, debe preocuparse del cuidado y la subsistencia física de cada estudiante. Pero una vez resueltas las necesidades básicas, la educación debe  concentrarse en permitirle a cada alumno satisfacer progresivamente, sus necesidades sociales (amistades), emocionales (vitales), académicas (mentales), profesionales (talentos) y espirituales (bienestar).
Integrando todas estas facetas de la nueva educación, podemos postular que:
1) la energía del estudiante se maximiza cuando todas sus energías están alineadas y son coherentes con un comportamiento ético. 
2) el mejor potencial de cada estudiante depende de su historia, sus motivaciones y sus talentos y de su capacidad de escoger bien. 
3) la secuencia de desarrollo es individual y progresiva y cada etapa requiere un proceso personal para su maduración. 
4) si somos energía, estamos intrínsecamente conectados. Lo que sucede a nuestro alrededor nos afecta, para bien y para mal. La energía de los establecimientos educacionales debe ser sana. Los profesores deben estar psicológicamente bien para hacer docencia.

Me imagino una educación con clases de ética y meditación. Con horas de reiki y yoga. Con énfasis en imaginación y creatividad. Con entrenamiento emocional y desarrollo de habilidades blandas. Con juegos y humor. Preocupación por los valores y el desarrollo de talentos (especialmente los sutiles). Con silencios y descansos. Con cariño y vocación. Una educación basada en conversaciones y ejemplos de vida cotidianos, con participación parental y orientación espiritual. Sueño con una educación para ser feliz. 

En resumen, mientras la educación se haga cargo solo de las energías materialmente manifestadas, no se podrá progresar. El salto cuántico se logra al incorporar las energías sutiles en el proceso educativo y preocuparse de transformar el ecosistema interno del educando. Si bien el currículo sutil es la clave para generar el cambio, es la visión de un Universo energético e interconectado lo que permitirá un nuevo entendimiento de las necesidades educativas para que la Humanidad tenga un futuro feliz. En definitiva, estamos sugiriendo cambiar la educación para cambiar la sociedad. 

Somos energía, evolucionando por eones para expandir nuestra conciencia y reconocernos en el Universo. Somos el Universo mirándose a través de nuestros ojos. Somos una gran conciencia, pensando.






miércoles, 21 de diciembre de 2016

La mano invisible

Cuando Adam Smith acuñó el concepto de una "mano invisible" que regula los mercados, se refería (en un lenguaje entendible para la época) a que los sistemas complejos tienden a autorregularse espontáneamente frente a los cambios. Ante cualquier perturbación externa al sistema – el economista sostenía que – una mano invisible movía los hilos, para restablecer el equilibrio y la armonía. 

En efecto, los mercados económicos responden a las leyes de la complejidad. Lamentablemente, parece que esta vieja lección no fue bien comprendida. 
El comportamiento poco ético de algunos empresarios, que se manifiesta en la multiplicidad de casos de colusión, evasión y corrupción; de malas prácticas, de abusos por posiciones dominantes y uso de información privilegiada; están corroyendo un sistema económico que ha generado progreso y avances indiscutibles. Son "manzanas podridas" que terminarán contaminando al resto y condenando al modelo. O se sacan luego, o el sistema se muere. 
Los empresarios deben ser extremadamente intolerantes con las faltas a la ética o el sistema será reformado. 
Algo parecido está ocurriendo en la política. El comportamiento poco ético de algunos políticos, (y ojo, con síntomas similares), también está corroyendo el sistema democrático. Al punto que tenemos una participación anoréxica, que terminará por minar la legitimidad de nuestras autoridades públicas. 
Los políticos también deben ser expulsar las manzanas podridas que amenazan con contaminar a la democracia representativa. De lo contrario, la democracia será reformada.

Esto ya ocurrió en educación. El comportamiento poco ético de los sostenedores generó una sensación de abuso transversal que se manifestó en el respaldo ciudadano a los movimientos estudiantiles; y justificaron tomas y posturas políticas que impusieron una reforma educacional, más orientada a evitar el lucro excesivo, que a mejorar la calidad del sistema. Unos pocos sostenedores abusivos, hicieron colapsar un sistema educativo que tenía los mejores indicadores de calidad de la región. Los verdaderos responsables de la reforma educacional, son los que priorizaron sus intereses económicos por sobre la calidad educativa de sus instituciones. Fueron demasiados, ya que la mano invisible terminó por intervenir. Hoy, estamos enfrentados a una reforma educacional apurada, improvisada y poco pensada, que pretende corregir esos abusos. Pero muchos de los que rasgan vestiduras, fueron los principales responsables y sin embargo ahora se quejan por la urgencia con que se trata de extirpar el cáncer que ellos mismos causaron. Lo encuentro francamente despreciable (aunque reconozco que es más inconsciencia que maldad). 

Ayer apareció una mano invisible, tirando una piedra a un conocido empresario que defendía su honra ante insultos insólitos de una autoridad política. Injustificable. Y peligroso. Una mano invisible, escondida detrás del anonimato. Tal como ocurrió en educación, la mano invisible artera y desconsiderada puede llevarnos a la violencia y al enfrentamiento. En mi opinión, no era una piedra dirigida a Andrónico Luksic, ni fue lanzada por una activista descriteriada (aunque la realidad diga otra cosa). Yo la veo como una mano invisible, intentando advertirnos de los peligros que acechan a una sociedad enferma de corrupción. Porque nos hemos contagiado con ese virus, aunque duela decirlo.

Hoy en las noticias, vemos que se hace público un nuevo caso de colusión. Esta vez en los pañales. Nuestra sociedad debe reaccionar. Y antes de que aparezcan otras "manos invisibles" peligrosas, sugiero que vayamos al origen del mal. Extirpemos el cáncer de raíz. Nuestro políticos no pueden sentirse por sobre la ley. Nuestros empresarios tampoco. Ni siquiera nuestros ciudadanos. Tolerancia cero para el abuso y la corrupción. Todos debemos aprender a respetar en serio las reglas. El comportamiento ético y la responsabilidad social deben cuidarse y defenderse con un celo creciente. En todas las actividades. Sobre todo en la actualidad. Más que nunca, cuando aun es tiempo de derrotar a la corrupción. Aún hay patria, ciudadanos. Pero ese es solo el comienzo de una larga guerra.

El tratamiento definitivo es de mediano plazo y tiene que inocularse temprano, en las instituciones educacionales. Es urgente mejorar le forma en que educamos. No es casualidad que las reformas comenzaran en educación. Allí se incubó una tolerancia mal entendida, una cultura de logros a cualquier costo, una formación orientada al éxito económico individual. Ya hace bastante tiempo, allí nos equivocamos. Allí comenzó la enfermedad.

Allí entonces debe iniciarse el tratamiento para sanarnos. Allí se prepara a la próxima generación, allí comienza la siembra para formar una comunidad con personas íntegras. Queremos colegios sanos, donde aprendamos a convivir y a comportarnos correctamente. Escuelas y Universidades donde los estudiantes aprendan a relacionarse, a desarrollar sus talentos, a colaborar y mas que nada, a ser felices. 

Necesitamos muchas manos invisibles de docentes cariñosos, dedicados y exigentes, que corrijan el rumbo de la educación y la dirijan hacia la integridad. Es la única esperanza para la Humanidad.



viernes, 9 de diciembre de 2016

La capacidad de percibir ideas y pensamientos

La vida es una escuela
Aprendemos de nuestras experiencias. Nuestra vida es una escuela que nos permite acumular aprendizajes para comprender mejor la realidad. Cuando no aprendemos la lección y seguimos estancados en un error, la vida nos vuelve a presentar el mismo problema, desde otra perspectiva, dándonos una nueva oportunidad para resolverlo correctamente. Nos repite la lección, por un lado, poniendo mayor énfasis en la explicación y/o cambiando el contexto y por otro, exacerbando las consecuencias de una interpretación errónea, para obligarnos a poner más atención. Y la vida sigue enseñándonos así, progresivamente, hasta que aprendemos la lección y pasamos al siguiente aprendizaje. 
Igual que en el colegio, la vida nos repite la materia hasta que finalmente comprendemos y pasamos al siguiente nivel y podemos seguir aumentando nuestros conocimientos. En nuestro cerebro, con cada nuevo aprendizaje, nuestra arquitectura neuronal genera nuevas conexiones cambiando nuestra arquitectura neuronal y así, amplía su capacidad para procesar información. Nuestras experiencias permanentemente modifican y robustecen el sistema nervioso, ayudándonos a comprender una realidad que no está a nuestro alcance y que solo podemos descodificar con ayuda de nuestros limitados sentidos. 
En la actualidad, las intensas crisis globales son pruebas evolutivas que pretenden hacernos expandir nuestra conciencia. Necesitamos despertar. Estamos en un momento de estancamiento como especie, que debemos superar antes de que sea demasiado tarde. Por alguna razón, colectivamente olvidamos una antigua lección y operamos como si tuviésemos solo 5 sentidos, en lugar de los 6 sentidos que identificaron correctamente los antiguos egipcios (ver el simbolismo del ojo de Horus). 
El cerebro es una antena de ideas
Podemos ver porque tenemos ojos, podemos escuchar porque tenemos oídos, podemos oler porque tenemos narices, podemos saborear porque tenemos lengua, podemos sentir porque tenemos piel, y podemos pensar porque tenemos cerebro. Nuestra capacidad de percibir pensamientos es un sentido muy importante para el ser humano. Pero no vemos a nuestro cerebro como una antena que percibe ideas. No, creemos que el cerebro genera nuestras ideas; pensamos que las ideas que percibimos son creaciones originales y se alojan solo en nuestras cabezas. Pensamos que las ideas son nuestras y que las inventamos desde la nada. Esta podría ser una ilusión muy costosa para la Humanidad.
Veamos qué sucedería si le damos crédito a Francisco Varela (uno de los científicos chilenos más admirados del mundo) y aceptamos que las ideas no habitan en nuestras mentes sino que son energía que nos rodea. Están, por decirlo en términos modernos, en la nube. Son constructos colectivos, que habitan en la tierra fértil de nuestra cultura y evolucionan a medida que les damos más energía. Y podemos percibirlas, cuando nuestro cerebro se sintoniza con ellas. Si tomamos en serio a Varela, entonces podemos concebir al cerebro como un órgano para percibir energías mentales. Y podríamos explicar mejor las epifanías, las sincronicidades, la telepatía, las premoniciones, la creatividad, las intuiciones y muchas otras experiencias que la ciencia descarta.
Las ideas son energías sutiles
Si las ideas son energía, tiene sentido que esas ideas se materialicen cuando logren acumular suficiente energía para pasar del mundo interno de los pensamientos al mundo externo de la materia. También tienen sentido las tormenta de ideas, el co-work y el trabajo en equipo. Si las ideas son energía, podemos especializar nuestro cerebro para percibir algún tipo determinado de energía. Los pesimistas, por ejemplo, se especializan en detectar problemas y su arquitectura neuronal se transforma en un radar de peligros y viven llenos de miedos. Los optimistas, en cambio, se especializan en detectar oportunidades y tienen cerebros muy dispuestos a la innovación y el emprendimiento.
Sintonizamos con la energía que nuestro cerebro procesa
Donde usted ponga su atención y sus pensamientos, hacia donde usted dirija sus deseos más profundos, hacia allá evoluciona su cerebro; poco a poco pero inexorablemente su arquitectura neuronal se irá especializando en percibir aquello que realmente le interesa. Algunos la denominan la "ley de la atracción". Atraemos la energía que su cerebro procesa. Si le interesa el sexo, se convertirá en una persona muy sensible a las necesidades físicas de los demás y encontrará muchas oportunidades para satisfacerse. Si le interesa el dinero, en cambio, es muy posible que se convierta en un emprendedor; pero si le preocupa la falta de dinero, nunca logrará acumular lo suficiente. Si le interesa la compasión, su mundo será más compasivo; pero si le preocupa la falta de amor, su mundo será frío y desconsiderado. Por eso, hay que tener mucho cuidado con el tipo de energía en la que me intereso, o dicho de otra forma, en las ideas con que quiero alimentar a mi cerebro. Literalmente generamos el mundo que pensamos...porque nos especializamos en percibir ese tipo de energía. 
Las ideas nos rodean
Si concibiéramos al cerebro como un medio para percibir las ideas y pensamientos que nos rodean, entonces podríamos diseñar una educación totalmente nueva. Las clases serían laboratorios de sensibilidad energética, enfocados en la creatividad y los profesores estarían orientados a compatibilizar mis intereses con mis talentos y con mis circunstancias. Tendríamos una educación que nos haga responsables de nuestras vidas y nos enseñe a pensar con coherencia y en armonía. Si viéramos al cerebro como el órgano de la percepción de ideas, tendríamos clases de pensamiento, similares a las clases de artes o de música. Si desde muy niños fomentamos la capacidad para percibir ideas, estoy convencido de que tendríamos una educación de calidad y un mundo mejor.







martes, 6 de diciembre de 2016

La receta para cumplir nuestros deseos

Mientras hojeaba un libro que había dejado a medio leer hace ya varios años (y si yo creyera en el azar, diría que por pura coincidencia), encontré una vieja lista de recomendaciones que yo había escrito, para usar las energías sutiles que nos rodean con la idea de aumentar nuestro bienestar. Esas energía sutiles que comentamos en la entrada anterior y que afectan nuestro campo de fuerzas para ayudarnos a cumplir nuestra misión. Recuerdo que las anoté porque me habían dado resultado. 

En resumen, encontré una vieja, pero probada receta, para cumplir nuestros deseos más profundos.
La compartiré con ustedes:

  • Escoja siempre tener buenos pensamientos. ¡Tenga una mente sana!
  • Cultive aquellas emociones que siente como positivas. No se intoxique...
  • Use términos optimistas, exprésese con confianza. ¡Las palabras crean realidad!
  • Siéntase realizado, lo que ha hecho, ya es un éxito. ¡Emita buenas vibraciones!
  • Sea agradecido, cuente sus bendiciones y valórelas de corazón. 
  • Tome conciencia de sus patrones de comportamiento, buenos y malos.
  • Siga sus intuiciones, son recomendaciones del Universo para ayudarlo.
  • Medite, habite el silencio y encuéntrese con su verdadera esencia. ¡Descubra su alma!
  • Conózcase a si mismo y acepte su situación sin renuencias. Tiene un desafío por delante.
  • Persiga un sueño que parezca imposible, para demostrar que es posible. Sí, ¡se puede!
  • Viva en función de objetivos y cuide que no sean contradictorios. 
  • Comparta su entusiasmo, nada es más contagioso que la energía creativa.
  • Perfeccione sus cualidades y úselas siempre que pueda. ¡Sea la mejor versión suya!
  • Espere confiado que suceda lo que suceda, será el mejor resultado para usted.
  • Tenga fe en que sus expectativas más profundas se convertirán realidad. 
  • Fluya con la vida, no oponga resistencia y disfrute cada momento en plenitud.
  • Deje que sus emociones lo guíen sin exigencias ni condiciones.
  • Siéntase bien y aproveche cada día con energía e intención.
  • Celebre sus logros con humildad y mantenga los pies en la tierra
  • Concéntrese siempre en la coherencia de sus deseos. ¡No los anule!
  • Sea flexible. No pretenda imponer un resultado. Acepte lo que suceda sin resistencia.
  • Sea apasionado, perseverante y resiliente. ¡No se rinda jamás!
  • Intente genuinamente que sus deseos beneficien a todos. Sea generoso con sus deseos.
  • Tenga un amuleto que lo ayude a contactarse con su "buena suerte". ¡Enfoque su energía!
  • Confíe genuinamente en la sinergía de las energías sutiles. ¡Acumule más fuerza!
  • Crea en los milagros. Nada es imposible cuando las energías están alineadas.
  • Deje que sus deseos encuentren un forma de materializarse. ¡El Universo sabe cómo!
  • Tenga siempre un comportamiento ético. Sus acciones reflejan sus intenciones...
  • Actúe con creatividad. El camino hacia el éxito lo asombrará. 
  • Acérquese a quienes comparten sus deseos, las energías se acumularán.
  • Sea coherente. Clarifique sus prioridades y no permita que sus energías se contrapongan. 
Mientras respeté estos principios, mis deseos más profundos se fueron haciendo realidad como por arte de magia. Es posible que algunas recomendaciones parezcan redundantes, pero cuando uno prepara una receta, a veces debe usar un ingrediente más de una vez, dependiendo del estado del plato que está cocinando. En mi experiencia, si usted es capaz de seguir estas recomendaciones con algún grado de constancia, generará un cambio energético tan formidable, que sus deseos se harán realidad. Pruébelo. Usted puede convertirse en su propio genio y, siguiendo esta receta, otorgarse 3 deseos. Piense bien antes de ponerse en campaña y sea muy cuidadoso de que sus deseos estén alineados con sus creencias y valores más profundos. Háganlo con criterio y mucho amor, porque es una herramienta muy poderosa. ¡Es una receta mágica!

Tan mágica es, que me generó una sensación de injusticia seguir usándola. En verdad producía milagros. Durante un breve período de mi vida, logré todos mis deseos. Entonces, me asusté. Me pareció que no era "fair play" vivir con una receta que te regalara deseos y la guardé en un libro cualquiera para ser usada cuando el futuro lo determinara. La encontré por "causalidad", hoy, cuando en mi mente deseaba encontrar un lindo regalo de Navidad que permitiera multiplicar las energías positivas que dejó en nuestro país, la solidaridad de la Teletón.

Este es mi regalo de Navidad para los seguidores de este blog. Que la fuerza esté con ustedes y que el espíritu de buena voluntad se nutra con su energía. ¡Feliz Navidad!