Juan Cassassus |
"Ya es tiempo de humanizar la educación" repitió varias veces hoy el Dr. Juan Casassus en el lanzamiento de su 5to libro: "Educación: Escritos críticos". En un ambiente muy coloquial, casi familiar, comentó con su profundidad habitual, acerca de la urgencia del cambio y de lo lamentable que sería perder la oportunidad de que la reforma educacional se quede en temas económicos, como el financiamiento o la estructura de propiedad de las instituciones.
Con mucha razón, puesto que intervino después del Senador Carlos Montes, que destacó la falta de profundidad transversal en el debate legislativo y de la Ministra de Educación Sra. Adriana del Piano, que lamentó no haber leído antes el libro. Ambas autoridades se daban cuenta que su trabajo no estaba a la altura de lo que Casassus sugiere. En mi opinión, estaban desorientados por una propuesta teórica que les hacía mucho sentido pero que no sabían como implementar. A pesar de contar con una enorme cantidad de recursos disponibles, según ellos, no existía una ruta clara hacia la buena educación.
Pero como sugirió el autor, no es tan complicado. Es complejo, pero no complicado. Hay que diseñar una educación para humanos, seres frágiles que crecen, se desarrollan, conviven y cooperan, aprenden y sienten. Sin pruebas estandarizadas, sin conceptos económicos, sin exigencias de eficiencia o calidad. Hay que preparar profesores para relacionarse con niños y jóvenes e introducir la dimensión ética al centro de la actividad educacional. Como ya hemos dicho tantas veces aquí, se necesitan profesores de personas, más que profesores de disciplinas. Allí está el cambio de fondo. Esa es la gran receta.
Una estrategia que ha sido utilizada antes y con mucho éxito. Es curioso que nuestras autoridades no lo vean. Muchas instituciones tienen profesores que dictan diversos ramos y se transforman en referentes morales. Allí donde ustedes encuentren un profesor destacado, encontrarán también a un profesional comprometido integralmente con sus alumnos. Maestros que están especialmente comprometidos con los aspectos emocionales de sus estudiantes. No son profesores de una disciplina. Usan la docencia como una oportunidad para mejorar al mundo, sacando lo mejor de sus estudiantes.
un futuro profesor... |
Casassus terminó señalando que los verdaderos profesores son artistas. Transforman a sus alumnos en obras auténticamente originales trabajando progresivamente con cada muchacho hasta convertirlo en su mejor versión. Estoy de acuerdo, los buenos profesores son artistas y sus estudiantes son obras de arte.
Conversar, leer y comprender a Casassus nos dá esperanzas. Tal vez la educación tenga remedio. Tal vez la desorientación de nuestras autoridades se resuelva aceptando esta crítica dolorosa pero constructiva y entendiendo el fondo de la propuesta. Hay que humanizar la educación y ¡hay que hacerlo ahora!
Por eso les recomiendo leer los escritos críticos de Casassus y exigir una educación más humana para sus hijos. Solo así ellos se convertirán en personas auténticas.