Si
la conclusión de nuestro artículo anterior fue que podemos diseñar una
educación para la expansión de la consciencia; en este artículo, examinaremos las principales características
de un modelo educacional coherente con la cosmovisión post-postmoderna. Es
decir, un modelo de formación integral, en función de la historia, de la dinámica
relacional y de la madurez de cada individuo.
Don Beck |
El
Modelo de Formación Pedagógica Integral (MFPI) es un proceso pedagógico
orientado a la expansión gradual y progresiva de la conciencia individual del
estudiante, procurando generar aprendizaje autónomo basado en la reflexión
profunda y siguiendo los principios de desarrollo progresivo de la Dinámica
Espiral de Beck y el Enfoque Integral de Wilber para analizar
situaciones desde múltiples perspectivas. Aprovecha el orden del paradigma
tradicional, pero trasciende su transmisión unidireccional de información. Cultiva
la eficiencia del modernismo superando su estandarización y fragmentación. Acepta
la diversidad del postmodernismo integrándola armónicamente. La nueva propuesta
formativa pone en su línea vertebral, la transformación que se logra en la convivencia
basada en el respeto y la responsabilidad. La educación integral nos prepara
para vivir en un presente continuo y cambiante. Y parte de las siguientes
premisas: a) la vida es un proceso de aprendizaje; b) el aprendizaje depende
del nivel de consciencia y c) la educación debe catalizar nuestra madurez
ayudándonos a expandir nuestra consciencia.
Ken Wilber |
El
modelo propuesto fomenta la creatividad, la flexibilidad y la responsabilidad.
Se caracteriza por la exploración individual, la emoción intensa y la atención
consciente del estudiante en un ambiente empático. Es un proceso sinérgico e
interconectado orientado a experimentar y aprender. Reconoce la inevitable
subjetividad y la validez del otro punto de vista, y por lo tanto, promueve el
dialogo enriquecedor como herramienta pedagógica. Identifica
el nivel de consciencia del estudiante y lo prepara para expandirlo
integralmente: es decir, en sus 3 dimensiones (exterior, interior y virtual). Enseña
a convivir, a pensar y a conectar. El estudiante enfrenta el proceso educativo
como si fuese una búsqueda, una expedición personal hacia territorios
desconocidos: Una transformación en la convivencia usando el lenguaje
cotidiano; una metamorfosis por reflexión simbólica y una deriva histórica con
sentido post-simbólico.
Este
modelo busca que el estudiante de pedagogía avance desde los paradigmas
tradicionales a aquellos más evolucionados e integrales de manera progresiva,
permitiéndole así desarrollar una perspectiva crítica y adaptable a cualquier
contexto escolar.
La educación integral es un viaje personal. Es un flujo que conecta todo y nos hace responsables de nuestros actos. Prepara al estudiante para el aprendizaje profundo, para preguntar, para enfrentar sus miedos, para mantener su capacidad de asombro, para ser humilde y auténtico; para tener carácter, nobleza y sabiduría y sobre todo, para vivir en armonía.
Si necesita profundizar el tema, puede acceder a otro paper aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario