Anoche soñé que un profesor estaba haciendo clases en un aula cercada como un corral. Yo estaba dentro de la sala de clases y observaba como el profesor cedía el control y la autoridad a un estudiante que tenía enormes dificultades para expresarse. Compungido y ruborizado, el estudiante, con cierta dificultad pero con gran autenticidad, logró transmitir su mensaje y fue calurosamente aplaudido por todos sus compañeros. ¡Fue un gran éxito personal!
Entonces el profesor se transformó en maestro y fue admirado por todos. ¡Fue un gran éxito educacional!
Comenzamos entonces a caminar con gruesos calcetines, mientras se escuchaba cantar a Cat Stevens esa canción que muchos de mi generación tomaron como himno, "Father and Son".
El hijo contestaba: "Como puedo explicarte, si cuando lo intento no me escuchas...Siempre ha sido así. Apenas pude hablar, se me obligó a escuchar...Ahora encontré un camino y debo partir...Se que debo seguirlo."
El padre insistía: "No es el momento para cambiar...Tómalo con calma...Eres jóven, ese es el problema, aún tienes mucho que aprender...Mírame, soy viejo pero feliz!
El hijo entonces terminó: "Muchas veces lloré, callando lo que sabía...Era duro, pero más duro era ignorarlo...Si tuviesen razón, aprobaría...pero son ellos los que saben, no yo...Ahora sé que hay un camino y que debo irme, debo dejarte"
Desperté sobresaltado con este mensaje del subconsciente. No pude evitar interpretarlo como una respuesta al cambio que estamos intentando en educación:
- Estamos educando ovejas en corrales que se dicen escuelas.
- No tendremos éxito a menos que los jóvenes se hagan responsables de su aprendizaje.
- Tampoco tendremos éxito sin dignificar la docencia.
- El cambio comienza por uno mismo (más vale ponerse calcetines que alfombrar el mundo) y esto lo deben entender todos.
- El espejismo del éxito no debe comprometer nuestra identidad, tenemos que ser fieles a nuestra esencia y ser capaces de cuestionar nuestras premisas (Cat Stevens se transformó en una mejor versión de si mismo cuando luego de una crisis existencial, maduró, expandió su conciencia, cambió de paradigma y de nombre).
- Siempre habrá tensión entre las generaciones, porque el cambio es inevitable.
- Los mayores quieren conservar el mundo como está (como ellos lo construyeron).
- Los jóvenes intentan corregirlo (porque son capaces de ver los errores de sus antecesores).
- Y así debe ser... los jóvenes saben que se hace camino al andar y que deben construir el suyo sin mirar atrás.
El cambio es lo más natural del mundo. Dejemos que ocurra. Dejemos que fluya.