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miércoles, 18 de octubre de 2017

Charla TEDxUMayor: El tamaño de nuestra conciencia IMPORTA


Aquí podrán ver el video completo de la charla TED que dí hace algunos años, donde pretendí mostrar una nueva manera de educar. En ese momento me pareció que esta propuesta no fue bien comprendida. La educación estaba enfrascada en una discusión ideológica sobre cómo debía financiarse. Hoy, sin embargo, por distintos medios y desde diferentes países, me han llegado excelentes comentarios sobre la iniciativa que aquí esbozamos.  Educar para expandir la conciencia. Parece que el mundo está cambiando muy rápido. Y los educadores están aceptando la necesidad del cambio de enfoque. Tal vez sea una idea a la que le ha llegado su momento. Por eso lo vuelvo a subir...

Incluso en una reciente columna vi que J.J.Brunner está postulando una educación enfocada en las artes liberales. Una formación amplia que nos prepare para el cambio permanente y para vivir en la incertidumbre. Justamente eso es lo que pretende una educación integral. Combatir la fragmentación de la especialización excesiva que no nos deja ver el bosque.

Si se toman el trabajo de ver el video, tengo que confesar que tiene un pecado capital: allí hay mucho más información que la que es evidente a simple vista. Es necesario pausarlo o verlo varias veces, para digerir la información subliminal. Pero creo que vale la pena. Aunque sea autorreferente, allí se sintetiza una visión renovadora de lo que debe entenderse por educación en el siglo XXI. 


viernes, 13 de octubre de 2017

Aprender del error

El ser humano es curioso por naturaleza. Por eso, hasta ahora, nuestra estrategia para educarnos ha sido probar y luego aprender del error. Probar por curiosidad y reaccionar frente al resultado. Y toda la cultura científica e incluso la propia civilización se ha diseñado para permitirnos cometer errores como medio de aprendizaje. En las actuales circunstancias, cuando el ser humano ya ha adquirido tecnología para aniquilar al mundo, modificar el clima, extinguir o resucitar especies extintas, crear nuevos virus biológicos y usar tecnología capaz de pensar en forma autónoma, esta estrategia se ha vuelto extremadamente peligrosa. 
Hoy en día, aprender del error puede resultar fatal para nuestra especie. Un pequeño error en alguna de estas cruciales materias, puede resultar verdaderamente letal para la humanidad. No podemos permitirnos el lujo de equivocarnos en temas que amenazan nuestra supervivencia. 
Peor aún, cuando los líderes de países tecnológicamente poderosos no tienen la prudencia ni la sabiduría para permitirnos dormir tranquilos, entonces quiere decir que hemos llegado a un punto de inflexión. No debemos continuar aprendiendo del error. Hay demasiados políticos que tienen poder pero no tienen criterio. Y conociendo a algunos de ellos, eso es aterrador. 
Necesitamos modificar nuestra forma de aprender. Es urgente que durante el siglo XXI seamos mucho más responsables, cuidadosos y sabios que nuestros antepasados. Y la única forma de lograr esto, es a través de una nueva forma de educar. Educar en valores y apuntar hacia la sabiduría antes que el desarrollo tecnológico es la única posibilidad para nuestros descendientes. Cambiar el rumbo pedagógico hacia una educación responsable y consciente. Ese es el único camino viable para el ser humano. Cualquiera que no vea el peligro latente de mantener la educación tal como está ahora, o está ciego o es irresponsable. O indolente...
Aprender del error ha sido una bendición histórica para el ser humano. Mucho de nuestro progreso material se ha basado en esta estrategia. Pero ahora, cuando el hombre tiene superpoderes, esa ideología puede ser su peor maldición. Nos hemos convertido en seres demasiado peligrosos y nuestra tan proverbial humanidad, que reconoce la falibilidad como característica de nuestra especie, se está transformando en una fragilidad evolutiva tan delicada como evidente. 
Si no somos capaces de incrementar la velocidad de expansión de conciencia de nuestros jóvenes, si no somos capaces de convertirlos en seres sabios, solidarios y empáticos, nuestra especie se extinguirá. Ahora somos socios de la evolución, porque estamos interviniendo en sus quehaceres. La mutación azarosa del pasado que dirigía la evolución y posibilitaba la supervivencia del más apto, está cambiando por el diseño "inteligente" que irremediablemente transformará la especie humana en una versión diferente de si misma. Veo 2 alternativas: Nos convertiremos en una especie extinta o  en una mucho más sabia. 
Por eso, el imperativo educacional más urgente es volvernos una especie consciente antes que seguir aspirando a un progreso económico no sustentable. No necesitamos más desarrollo ni más tecnología, si no tenemos la sabiduría para hacernos responsables de nuestras propias decisiones. Necesitamos una fuerte componente espiritual en la educación actual. Antes de que sea demasiado tarde. 
Aprender del error puede ser la última gran equivocación del homo sapiens. 


martes, 10 de octubre de 2017

El laberinto existencial

La idea de un laberinto como una metáfora educacional de la vida, es algo bastante común.  Un recorrido largo y sinuoso, repleto de bifurcaciones que nos invitan a tomar decisiones en base a nuestra intuición y a la información que conocemos. Se presenta como un camino irreversible donde hacemos uso del supuesto libre albedrío que poseemos y tomamos decisiones que nos acercan o alejan de nuestro objetivo.
Pero ahora, con el desarrollo de la realidad virtual podemos imaginar un laberinto muchísimo más parecido a la realidad. Un laboratorio donde ejercitamos nuestra voluntad, obligándonos a tomar decisiones de carácter ético, recurriendo a información que nos ayude a encontrar el rumbo correcto, como si estuviéramos viviendo una aventura real. Y esa información que recibimos, puede ser a veces consciente y otras veces estar escondida en algunas señales que nos envía el universo para orientarnos. 
Ese laberinto educacional que ahora imaginamos y describimos, podría transformar la realidad que experimentamos al recorrerlo y hacerla más dura y dolorosa en caso de que tomemos el camino correcto o más suave y placentera en caso contrario. Como lo hace la vida misma. El camino y sus desafíos se van transformando en función de nuestras decisiones. 

Las encrucijadas del laberinto nos enfrentarían a dilemas éticos y nos obligarían a enfrentar las consecuencias de nuestros actos y decisiones. Las variantes sin salida demuestran que antes te equivocaste. Encuentra el error y enmiéndalo. Porque, a diferencia de nuestra propia existencia, al volver nuestros pasos y corregir la decisión, podemos analizar qué hubiese sucedido si en lugar de haber torcido en ese lugar, hubiésemos escogido el otro sendero. Así es como este laberinto, se transforma en una herramienta poderosa para forjar nuestro carácter y reforzar nuestros valores. 
Un laberinto que puede ser diseñado por psicólogos y educadores, con el fin de aprender las lecciones de la vida. Las pequeñas y las grandes enseñanzas. Un laberinto que nos permite evaluar el criterio con que procesamos la información. Que incluso nos ayuda a elegir correctamente colocando señales que debemos interpretar correctamente. Señales que pueden quedar en nuestro inconsciente, como los sueños o símbolos más obvios, señales que están allí para dirigirnos y que a veces pasamos por alto. Este laboratorio experiencial será la principal herramienta de los colegios del futuro para desarrollar el carácter y la personalidad de sus alumnos. Sobre todo, una herramienta para aprender a luchar con las tentaciones de la vida cotidiana.

Un lugar donde nos colocaremos anteojos de realidad virtual para experimentar una aventura. Con la misión de encontrar nuestro objetivo. Pero donde podremos tener éxito sólo si siempre escogemos el rumbo éticamente correcto. Una experiencia virtual en diversos escenarios, desde la sabana africana o en las profundidades del océano donde tendríamos que escondernos de nuestros depredadores; hasta unas escarpadas montañas que tendríamos que escalar o una selva impenetrable donde deberíamos sobrevivir.
Un juego virtual, deben estar pensando ustedes. Exactamente. Un juego de realidad virtual que nos enseñe a ser mejores personas. Y que nos proponga desafíos que estén de acuerdo a nuestra capacidad. O mejor dicho, diseñado para diferentes niveles de conciencia. Allí está la clave de la educación de calidad. Allí está el futuro de la educación. Entretenida, tecnológica, experiencial y personalizada. Allí es donde debieran estar trabajando los educadores del siglo XXI, asociados con los diseñadores de juegos computacionales. Allí, en esos juegos didácticos se está jugando el futuro de la humanidad. ¿Cuanto demoraremos en tomar consciencia de que este es el verdadero desafío educativo de nuestra generación?


jueves, 5 de octubre de 2017

Rita

Así como en este mismo blog hace algún tiempo recomendamos la extraordinaria serie de Netflix, Merli, también queremos recomendar Rita. Trata de una profesora rebelde en una escuela pública de Dinamarca, que permanentemente se salta las reglas en beneficio de sus alumnos. Otra serie que muestra la incapacidad de los profesores tradicionales para enfrentar los desafíos de educar millenials.
La serie es una ventana hacia la educación nórdica y hacia una cultura muy diferente de la latina, pero bien vale la pena para flexibilizar el comportamiento de los educadores nacionales. No podemos seguir haciendo lo mismo. Estamos educando a una generación que ha evolucionado y es más consciente, pero usamos los mismos métodos arcaicos. Es que a veces no nos damos cuenta cuan atrapados estamos con los reglamentos y normativas...



Así comienza cada capítulo y cada uno de ellos presenta una problemática diferente. Rita se atreve a enfrentar los problemas, aceptando riesgos y algunas veces trascendiendo la lógica y la razón. Recomiendo que los profesores vean esta serie y la discutan con sus colegas. Rita rompe los moldes incluso con imprudencia y desfachatez y tiene una actitud muy particular para enseñar. Pero se atreve a desafiar el status quo. Sólo eso, hace que la serie sea un aporte a la educación de calidad. 
Pero por supuesto que hay más. Allí se muestra que el mundo del profesor tradicional, se está derrumbando. Y todos en aquella escuela pública están sufriendo las tensiones de un cambio que no comprenden bien. A pesar de las buenas intenciones, las vidas de todos los profesores evolucionan hacia un futuro incierto. El cambio es inexorable.