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viernes, 17 de octubre de 2014

¿Cual es la sociedad que queremos construir?

Esta pregunta parece ausente del actual debate educacional. O al menos eso pensamos algunos. Ya hemos señalado antes que en el sistema educacional se construye la sociedad del futuro. Si fuese así, con la actual reforma, estamos construyendo una sociedad desconfiada. Donde lo público sospecha de lo privado y viceversa. Donde el diálogo es sordo, el poder impone sus reglas a la fuerza y la igualdad de oportunidades se busca por decreto. Donde dudamos incluso de nuestra humanidad. Temo que a la reforma le vaya bien, porque construiríamos una sociedad apurada y fragmentada. Pero más temo que a la reforma le vaya mal porque mantendríamos la sociedad enferma en que vivimos. Me angustia y sorprende que no aprovechemos la oportunidad de rediseñar la educación para sanarnos. Para lograr una educación que nos encamine hacia una sociedad saludable.
Necesitamos reflexionar sobre la sociedad que queremos. Yo quisiera una sociedad donde podamos convivir todos con confianza, donde las reglas se respeten por convicción, donde todos quieran superarse y desarrollar su pleno potencial para así, contribuir al bienestar general. Una sociedad respetuosa y responsable. Una sociedad con sentido y con conciencia. Pero más que imponer "mi" idea de sociedad, quisiera que logremos consensuar una sociedad para todos. ¡Quiero escuchar otras propuestas! Y convencerme de la fuerza de la sinergia humana. Sorprenderme con la extraordinaria creatividad e innovación que hemos demostrado en los momentos clave.   Supongo que para eso, necesitamos pensar sistémicamente, despojándonos de nuestras creencias y ser capaces de imaginar un mundo donde nuestros hijos vivan en armonía. No es un trabajo individual; es la gran tarea de nuestra especie. Hemos llegado a tener tal influencia en la evolución de la vida en la Tierra, que somos responsables del futuro de la humanidad. Debemos estar a la altura de nuestras circunstancias. 
De esa profunda reflexión colectiva, puede nacer una nueva educación, que siembre esperanza y actúe de "buena tierra" para que evolucionemos hacia una versión mejorada del homo sapiens. Sinceramente, echo de menos esta pregunta antes de la discusión legislativa. Pero reconozco que tal vez estoy siendo ingenuo.

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